La anguila eléctrica, sin depredadores que la desafíen

La anguila eléctrica es conocida por el nombre científico de Electrophorus electricus. Es una especie de pez de la familia Gymnotidae, siendo la única especie del género Electrophorus.

Taxonomía de la anguila eléctrica. - wikipeces.net
Taxonomía de la anguila eléctrica.

También es nombrada por las siguientes denominaciones entre las que tenemos temblador, pilaké, poraquê, temblón, puraqué y peixe elétrico.

Anguila eléctrica en inglés: electric eel.
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Características de la anguila eléctrica.

Dos anguilas eléctricas juntas - wikipeces.net
Dos tembladores juntas.

La anguila eléctrica es anatómicamente afín a los carácidos en muchos aspectos, pero tienen el cuerpo más alargado y carecen de aletas dorsales y ventrales.

Pese al evidente parentesco entre las dos familias, no se conocen formas intermedias y a pesar del nombre de anguilas que se les acostumbra a dar, no son realmente semejantes a estas anguilas.

La familia de los gimnótidos son simples de reconocer por los rasgos siguientes:

  • Su cuerpo es cilíndrico o bien en forma de cinta.
  • Sus ojos son pequeños y salientes.
  • Su cola angosta, en general en punta, con o bien sin aleta.
  • La ausencia de una auténtica aleta dorsal con listas, y
  • La presencia de aleta anal, larga y ondulante, que se extiende desde la cara inferior del cuerpo hasta los tres cuartos o bien cuatro quintos de su longitud.

Esta última característica que es la más esencial, explica la enorme movilidad de los gimnótidos, a los que es posible ver moverse con igual soltura en cualquier dirección.

Ciertos gimnótidos tienen asimismo una cola, larga, fina y muy móvil, que se extiende desde la aleta anal y se emplea como órgano táctil, dejando al pez «tantear el terreno» cuando nada cara atrás.

Por poner un ejemplo, es usual que una anguila eléctrica se busque un escondrijo entre rocas o bien plantas y no salga de él más que frente a la presencia de una presa viviente. En tal caso, se lanza de cabeza, devora la presa y recula sin volverse, usando como mecanismo de propulsión su ondulante aleta anal.

En la Lista Roja de la UICN, la anguila eléctrica figura como especie de preocupación menor, ya que no tiene depredadores naturales aunque hay personas que las llega a capturar como mascotas.

 

Fisionomía de las Electrophorus electricus.

Una Electrophorus eléctrica - wikipeces.net
Una Electrophorus eléctrica.

Este pez, que en el Amazonas se conoce asimismo como puraqué y peixe elétrico, presenta un aspecto poco afortunado por su morro obtuso, su cabeza achatada y boca grande, sus ojos enanos y su piel carente de escamas.

Dos pequeñas aletas pectorales actúan como estabilizadores. La otra aleta es una aleta anal muy extensa, con unos trescientos cincuenta radios, que va desde el ano al extremo de la cola. Merced a sus ondulaciones la anguila se mueve hacia arriba o bien cara abajo, hacia adelante o bien cara atrás, con igual soltura.

El tener sus órganos vitales en el extremo precedente del cuerpo representa para la anguila una protección natural contra sus abundantes oponentes. De hecho, un pez de presa puede devorar una parte esencial de su cola sin ocasionarle la muerte. La cola se regenera de forma rápida y la herida cura.

De hecho es muy posible que si tenemos la oportunidad de ver una anguila eléctrica adulta, ésta tenga cicatrices indicadoras de que algún contrincante hambriento ha intentado atacarla.

Anatómicamente, el cuerpo de la anguila eléctrica parece algo desmedido puesto que su el tracto digestible y todos y cada uno de los órganos esenciales ocupan solamente una pequeña una parte de la extremidad delantera del cuerpo, y la distancia desde la punta del morro al ano es solo una quinta parte de la longitud total de aquel.

El resto contiene los órganos eléctricos, que son tan potentes que la anguila eléctrica es uno de los escasos animales sudamericanos que no tienen más oponentes que el hombre.

Uno de los aspectos más pasmosos de las anguilas gimnótidas sudamericanas es que su evolución es prácticamente igual que la de una familia de especies africanas, absolutamente extraña a ellas.

Entre ciertos mormíridos de trompa de elefante y ciertos gimnótidos la similitud superficial es tan grande que, si no se los estudia se afirmaría que pertenecen a exactamente la misma familia. No obstante hay alguna diferencia en lo que se refiere a su poder eléctrico. La especie africana genera una descarga continua al tiempo que las de la especie de Sudamérica son intermitentes.

Su longitud media son de unos 2 metros y medio,y los 20 kg de peso. Como nos podremos imaginar si nos encontramos un ejemplar de tal tamaño seguramente podremos considerarla como una anguila eléctrica gigante y además bastante peligrosa para nuestra integridad física.

 

Respiración.

Debe salir a la superficie cuando menos cada 15 minutos, y normalmente con una mayor frecuencia, para aprovisionarse de aire.

El Electrophorus carece de pulmones, y las branquias no sirven gran cosa para la respiración. En su lugar tiene en la boca unas zonas singulares de tejido vascular, que la dejan conseguir de manera directa el oxígeno del aire.

Esta característica transforma a la anguila eléctrica en un animal ideal de experimentación para los neurólogos y fisiólogos, en tanto que puede continuar fuera de su medio múltiples horas, con la condición de que se sostengan húmedos su cuerpo y el interior de su boca.

 

Distribución y hábitat.

Una anguila eléctrica entre hierbas subacuáticas - wikipeces.net
Una anguila eléctrica entre hierbas subacuáticas

Son peces de agua dulce cálida que habita las cuencas fluviales sudamericanas de los ríos Amazonas y Orinoco. Suelen buscar aguas sin corriente y estancadas, como pantanos y arroyos encharcados.

 

La anguila eléctrica no es una anguila.

Si atendemos a la ciencia, esta especie no es una anguila sino un pez que se encuadra en un conjunto muy diferente, el superorden Ostariophysí, con familiares como las carpas, los barbos, los bagres, las tetras o bien las pirañas, esto es, la enorme mayoría de los animales comunes de río.

Pese a su nombre, la anguila eléctrica no tiene de anguila más que la manera.

De hecho, en este conjunto se incluyen más de seis mil especies, que vienen a representar más o menos el setenta por ciento de los animales de las aguas continentales del planeta.

Es un conjunto con muchos rasgos evolutivamente primitivos como son sus aletas ventrales retrasadas, ausencia de radios espinosos en las aletas, vejiga natatoria en comunicación con el tubo digestivo, etc. Pero tienen en exclusiva un invento que bien que bien podría explicar su éxito.

Se trata del aparato Weber, que es una cadena de huesecillos que unen la vejiga natatoria con la zona del cráneo donde se halla encapsulado el oído interno, lo que deja que dicha vejiga funcione como caja amplificadora de los sonidos, algo que seguramente es más útil en las aguas dulces que en el mar, por el hecho de que en ellas, debido a la corriente, acostumbra a ser mayor el estruendos de fondo.

En este gran conjunto, el orden que incluye a la anguila eléctrica, el de los gymnotiformes, que apenas cuenta con cuarenta especies, se caracteriza ante todo por la capacidad de sus miembros que producen electricidad.

 

Qué potencia eléctrica genera.

Ken Catania, biólogo de la Universidad de Vanderbilt, es el responsable del estudio.
Esta especie tiene órganos eléctricos, que les deja establecer campos eléctricos en torno a sus cuerpos, algo que les supone una eficiente ayuda para la ubicación de oponentes, obstáculos y comestible.

El número de descargas eléctricas de esos órganos puede llegar hasta mil por segundo.

En general, las descargas que emiten muchas especies del superorden Ostariophysí son enclenques, útiles para navegar en aguas turbias, advertir a las presas y comunicarse con otros individuos, pero la anguila eléctrica, estas descargas las puede provocar realmente fuertes, siendo las mayores que se conocen en los peces.

Las anguilas eléctricas producen descargas que pueden superar los de seiscientos voltios por descarga.

Descargas tan grandes sirven por una parte para aturdir a las presas, precisamente de igual forma en que los ictiólogos emplean aparatos de pesca eléctrica a fin recoger peces de manera rápida, y  por otro, cuando la anguila se siente amenazada  para defenderse de predadores potencialmente tan temibles como los jaguares, las anacondas o bien los cocodrilos.

Estas descargas no son mortales para un humano, aunque sí son capaces de derribarlo y dejar sus miembros paralizados largo rato.

Seiscientos voltios de corriente directa representan una respetable cantidad de electricidad, singularmente si se piensa que es la que puede descargar sobre una persona que atraviese un río brasileño de poca profundidad en el que haya tembladores de 180 cm.

Por suerte, el amperaje de esta descarga es bajo, no más de 0,50 o 0.75 amperios, de tal manera que ni tan siquiera seiscientos voltios representarían un choque mortal. En verdad, la anguila eléctrica cuenta con 3 diferentes clases de baterías, y el alto voltaje corre al cargo de la primordial, que llena la mayoría del cuerpo.

Una descarga de esta representa una serie de ondas, cada una de las cuales duran dos centésimas de segundo. La primera es de pequeña magnitud, y le prosiguen, a las cinco centésimas de segundo, de 3 a 6 ondas más, asimismo a intervalos de cinco centésimas de segundo, pero esta vez, de alto voltaje. Esta electricidad sirve para la defensa y para paralizar la presa ya antes de devorarla.

Existe otro género de batería «sonar», llamada «haces de Sachs«, y otra más, el «órgano de Hunter«, que según parece opera junto a la primordial.

Si se pone dos electrodos, unidos a un voltímetro, en la cola de una anguila eléctrica, el animal prueba una polaridad enteramente lineal, positiva en la cabeza y negativa cara la cola, que, dicho sea de paso, es precisamente lo opuesto de la que se halla en el gato eléctrico africano. El voltaje registrado es proporcional a la distancia entre los electrodos por lo que cuanto mayor es esta, mayor aquel.

Se han registrado tensiones de 650 voltios, pero el término medio, conforme a las observaciones realizadas es de unos 350 voltios, que corresponde a una anguila de unos 90 centímetros. ¡¡ Imagínese lo que puede ser la descarga de una gigante de tres metros, la mayor conocida!!.

La naturaleza a lo largo de millones de años de evolución ha conseguido cosas que dificilmente la ciencia explicar esa diferencia de potencial conseguido por estos animales.

 

La electricidad como medio para alimentarse.

Cuando es joven, la anguila eléctrica electrophorus electricus tiene unos ojos salientes y pequeños, pero muy funcionales. Conforme crece, esos ojos se terminan cegando, posiblemente debido a las descargas eléctricas de otras anguilas eléctricas, y entonces el pez debe encontrar su comestible a través de la batería «sonar “.

Esta batería genera descargas pequeñas pero bastante seguidas, que «rebotan» en cualquier objeto próximo y son sentidas a propósito en el gran número de oquedades que hay en la cabeza de la anguila.

En estado de calma, la descarga de la batería «sonar» es de veinte a treinta pulsaciones por segundo, pero en casos de excitación,  por la presencia o bien por alguna incomprensible obstrucción de comestible,  puede llegar a cincuenta.

Experimentalmente las oquedades pueden quedar provisionalmente cubiertas, con el resultado de que la anguila no consigue hallar sustento, por cerca que esté de él.

Podemos afirmar que su alimentación consiste en pequeños animales, anfibius, cangrejos de río y algún que otro crustáceo. También si tiene la oportunidad de comerse los alimentos de otras especies no perderá la ocasión.

 

Reproducción.

Un ejemplar de anguila eléctrica. - wikipeces.net
Un ejemplar de anguila eléctrica.

El aspecto de la anguila cambia con la edad. Las de color negro azulado son las que han pasado un mínimo de cuatro o cinco años en las aguas de los ríos y retornan al mar, donde criarán cuando alcancen la madurez sexual.

A lo largo de la temporada de cría desaparecen de sus frecuentes hábitats en el Amazonas; después, cuando retornan, el padre o bien la madre cuidan de las crías hasta el momento en que tienen de diez a quince milímetros.

Para vivir en aguas lodosas, que en los trópicos tienen por norma general bajísimas concentraciones de oxígeno, respira en gran medida a través del epitelio de la cavidad bucal, lo que le demanda ascender de vez en cuando a la superficie a tragar aire.

El secreto de la conservación de anguilas eléctricas en cautiverio consiste en una buena parte en no mudarles demasiado de manera frecuente el agua. Según lo que parece, el pez segrega un antibiótico protector que penetra en el agua. Si esta se cambia con cierta frecuencia, esta protección desaparece, y como resultado, la anguila desarrolla una enfermedad concreta ulcerosa que frecuentemente es fatal.

 

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