Tenemos que tener presente que por barbo nos estamos refiriendo a un género que engloba a unas 300 especies de peces. Todas ellas tienen como nombre científico barbus, seguido de la variedad concreta a la que nos estamos
refiriendo.

En este artículo vamos a referirnos principalmente al barbo común europeo, conocido por el nombre científico de barbus barbus, el cual pertenece a la familia de los ciprinidos, ciprinoideos o cyprinidae.
Como se dice barbo en inglés: common barbel
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Cómo es un barbo

Concretamente en España son conocidas tres especies de peces barbos, el barbo común ibérico (Luciobarbus bocagei), el barbo de montaña (barbus meridionalis) y el barbo cormizo (Luciobarbus comizo). Todos ellos presentan cuatro barbillas que se extienden como apéndices desde la mandíbula o labio superior. Estas barbillas tienen como función hurgar el fondo, ayudándole a encontrar su alimento.

El barbo común ibérico o Luciobarbus bocagei está ampliamente extendido en la zona occidental de la península ibérica y concretamente en las cuencas del río Tajo y del río Duero. tiene una fisionomía fácilmente distinguible.
Presenta el dorso de color pardo claro, así como pequeños puntos negros que pueden verse hasta en los laterales de su cabeza. Por el contrario, el vientre del mismo es plateado.
La aleta dorsal tiene el último radio óseo de la misma robusto y dentado. Para verlo debemos fijarnos ya que con una simple mirada es complicado apreciarlo. Tanto la aleta dorsal como caudal presentan también finos puntos negros. Ésta última, en los laterales de los lóbulos tiene un ligero tinte rojizo.
El resto de aletas, las pectorales, anales y ventrales presentan un color rojo oscuro característico.

El barbo de montaña o Barbus meridionalis tiene un tamaño menor que el anterior. En esta especie son más visibles los puntitos negros que cubren su dorso y ambos costados. Las barbillas son rojizas y las pupilas de color dorado amarillo. El dorso es pardo rojizo y la zona ventral plateada.
En cuanto a sus aletas, tanto la aleta dorsal, como la ventral, la aleta anal y la caudal son amarillentas. Estas además presentan unas especies de manchas rojizas transversales.
En España, existen otras especies de peces barbos que son característicos de cuencas fluviales específicas como el barbo meridionalis Graellsii, una subespecie del barbus meridionalis y que es propia de la cuenca del río Ebro, aunque se ha ido extendiendo por el resto de la península ibérica.
Existen muchas otras especies de éste género que pueden verse en los ríos tanto de España como del resto de Europa. Entre ellas tenemos al barbo europeo fluvial o barbus fluviatilis, cuya fisionomía es bastante parecida al barbus barbus.
En este caso el radio dorsal es más fuerte que el presenta el luciobarbus bocagei y además no es flexible. Tiene ojos pequeños y cuerpo ligeramente alargado.
Esta última especie es típica de las aguas fluviales septentrionales de Europa.
Especies de barbos más conocidas.
Entre los 300 tipos de barbos, existen algunas que por su particular librea y tamaño son muy demandados para uso doméstico en acuarios. A continuación tienes algunos de los más conocidos.
Dónde vive el barbus barbus.

Este pez típico de las aguas dulces europeas y es posible encontrarlo sobre todo en las que están bien oxigenadas, tanto en ríos, como lagos, embalses o arroyos de montaña en los que hay fuerte corriente. Busca sobre todo lugares limpios y bien oxigenados. Si se mantienen estas condiciones tiene una gran capacidad para prosperar en cualquier ambiente.
Siente especial predilección por fondos de arena y piedra y las zonas con fuerte corriente, aunque puede adaptarse a otros tipos de ambientes como los descritos.
El barbo, pez asiduo de los ríos donde existen saltos de agua, los cuales llega a remontar saltándolos. Esto es especialmente habitual todos los años en época de freza.

Este ciprínido se encuentra cercano a las presas, zonas rocosas o incluso a pilares de los puentes y en las orillas donde hay bastante vegetación.
Es un pez gregario que se desplaza con peces de su misma familia durante largos recorridos en busca de alimento.
Acusa bastante el cambio de temperatura. Cuando ésta baja, se vuelve torpe, sin apenas moverse y suelen permanecer en bancos de su misma especie, cercanos entre ellos en las profundidades de fosas u hoyas ocultas.
Por contra, en verano suele buscar las zonas frescas. En esta estación, se muestra muy activo, permaneciendo en constante movimiento en busca de alimentos en compañía de otros barbos.

Por último, en lo que respecta a los ambientes que frecuenta, decir que no le gusta mucho la luz, por lo que será factible encontrarlo bajo árboles que proyecten sombra o bajo piedras que impidan el paso de los rayos del sol.
Qué come el barbo
Puede considerárse como un pez carroñero, puesto que no dudará ingerir pequeños organismos en descomposición u otras sustancias orgánicas que pueda extraer del cieno. Es habitual verlo hurgando el fondo e incluso llegando a mover con el hocico pequeñas piedras en busca de larvas y gusanos.
Puede llegar a considerarse como predador puesto que puede atacar a pequeños alevines de su misma u otras especies.
La reproducción.
El periodo de reproducción o desove del barbo es relativamente corto, comprendiendo desde la mitad del mes de mayo hasta la mitad del mes de junio. Este periodo puede variar de unos años a otros en función de la temperatura, pudiendo comenzar a mediados de abril y prolongarse hasta primeros del mes de julio.
Las hembras que alcanzan la madurez sexual de los 4 a los 6 años, expulsan los huevos, (del orden de unos 7000 a 9000 huevos) y estos terminan adhiriéndose sobre las piedras situadas en zonas profundas y con fuertes corrientes. Cuando habitan lagos, estanques o embalses, los lugares de freza suelen corresponder con las zonas donde desembocan los arroyos o ríos.
Durante ésta época los máchos presentan tubérculos nupciales en su cabeza.
Cómo pescar barbos: Mejores Técnicas.
Éste se defenderá con bruscos tirones y cambios de dirección constantes buscando escaparse sin descanso del anzuelo. A pesar de prestar esta lucha mientras permanece en el agua, una vez que los sacamos se vuelven sumamente dóciles, dejándose coger con las manos sin apenas moverse.
Lo primero que debemos conocer, como ocurre con cualquier clase de pez que queramos pescar, es el ambiente donde suele moverse. En el caso del barbo, prefiere las zonas con corriente, por dos motivos. El primero es por la oxigenación que hay en el agua, la cual es mayor en estas zonas y en segundo lugar, por que también es mayor el aporte alimenticio es esta zona al ser arrastrado por la corriente.

Por esto, los lugares ideales para lanzar el señuelo, son por ejemplo aquellas donde disminuye la velocidad de la corriente después de un salto de agua como puede ser una presa o una cascada. Los márgenes de los rápidos o incluso donde estos disminuyen su velocidad y el fondo contengan una mezcla de arena y piedras. También como he señalado antes junto a los pilares de los puentes, donde es fácil encontrarlos.
El barbo señuelos.
Los cebos para barbos con los que es más factible tener éxito son los siguientes.
- Lombrices (de color rojo y pequeña). Bastantes efectivas en verano.
- Cangrejito de río.
- Camarón de río.
- Caracoles.
- Gusano blanco (asticot).
- Frutos estacionales como los higos.
- Ovas (porque suelen contener gusanos de insectos que les encantan). Usando este señuelo no es posible usar caña de lance.
- Pasta de queso. Para zonas donde la corriente no es excesiva.
- Larvas subacuáticas.
- Pasta de gusanos de seda trituradas y cocidas. Para aguas profundas y con poca corriente.
Estos son los cebos más usados por los pescadores deportivos como norma general, aunque hay que tener presente que podremos usar otros que aquí no se señalan como pueden ser frutos maduros que caen como las aceitunas.
Los que mejor resultado dan, son sin duda los cebos vivos a los cuales el barbo atacará en cuanto los vea. Al contrario de lo que ocurre con peces de su misma familia, como con la tenca o con la carpa, las cuales son bastantes desconfiadas, el barbus aceptará el engaño rápidamente.
Tipos de cañas.
Caña de lanzado.

Usar una caña de lanzado, tiene como único fin poder alcanzar lugares que con una caña normal no podríamos.
Si usamos como he dicho ovas como cebo, no podremos usar esta clase de caña. Por el contrario usaremos una simple de 4 ó 5 metros que nos permita llegar con el engaño hasta donde queramos.
El hilo que usaremos (en el caso de usar una caña de lanzado) será del 0,18 – 0,20 aproximadamente en el cuerpo de línea y del 0,14 en el bajo de línea. A esto añadiremos un anzuelo que será del número 8 ó 10 dependiendo del tipo de cebado y su tamaño.
El peso del plomo no es fijo, teniendo solo en cuenta que deberá permitirnos llegar con el cebo hasta donde pretendamos.
El bajo de línea será de 1,20 metros aproximadamente. Además, si queremos permitir al cebo deslizarse por el fondo, tendremos que conseguir que el bajo de línea pueda deslizarse a través del plomo principal. A éste le daremos un juego de unos 60 centímetros entre dos plomos fijos.
Una vez que el barbo muerde el engaño, huirá inmediatamente clavándose el anzuelo en cuanto el plomito fijo choca contra el plomo principal.
Usando esta caña, una vez hayamos realizado el lanzado, fijaremos la caña por la base en un soporte en el suelo que puede ser comprado o que por el contrario hayamos hecho nosotros con una simple orca (método muy concurrido para aquellos que no disponen de presupuesto suficiente para surtirse de todos los aparejos necesarios).
Tenemos que tener presente la fuerza de la corriente a la hora de dejar nuestra caña en el suelo. Si ésta es demasiado fuerte, provocará numerosas sacudidas de la propia caña y por consiguiente de la campanilla, lo que nos impedirá conocer el momento de la picada con exactitud. Esto se soluciona con el simple hecho de sostener la caña con la mano, lo que nos permitirá percibir sin problemas cuando el barbo acepta el engaño.
Si vamos a pescar barbos en zonas donde la corriente es fuerte, es aconsejable la pesca al corrido y el uso de flotadores que penetren fácilmente sin ofrecer resistencia cuando pez tire del mismo.
¿Es necesario un cebado previo?
La pesca de esta presa no necesita el cebado previo para tener éxito. Aunque un cebado con gusanos blancos atraerá bastantes ejemplares, para la pesca a fondo realmente no se hace necesario. Sin embargo, para pescar a media agua sí que se hace imprescindible cebar previamente la zona donde pretendemos pescar.

Este ciprínido busca su alimento como norma general cerca del suelo, por lo que conseguir que se fije en el engaño si no lo ha alcanzado se hace casi imposible si antes no hemos despertado su curiosidad con el cebado. Otro detalle que debemos conocer y que nos será útil, es que estos ejemplares sitúan la boca contracorriente, por lo que es recomendable dejar correr el cebo hasta llegar a la posición donde se encuentre nuestra presa.
Temporada de pesca del barbo.
La estación en la que tendremos mayores posibilidades de capturar estos ejemplares será aquella en la que las temperaturas sean superiores, como norma general en verano.
En cuanto a la hora del día mejor para pescarlos, hay que saber que al barbus le encanta moverse y alimentarse con los primeros rayos del día y en el crepúsculo, cuando el sol se ha puesto.
Teniendo esto presente, deberemos ponernos en el puesto antes del alba, incluso mientras los primeros rayos del sol aún no han hecho acto de presencia, suspenderla en cuanto el astro rey está en lo alto del cielo para reanudarla después del ocaso, hasta que oscurezca totalmente.
El barbo como cebo vivo.

Muchos pescadores deportivos, utilizan ejemplares pequeños de barbos para utilizarlos como cebo vivo para otras especies mejor valoradas como el lucio, el black bass o la trucha común incluso.
Éste representa de los cebos vivos más apreciados por los pescadores para especies de agua dulce, incluso por delante del gobio de rio.
Para pescar estos alevines de barbos, lo ideal es comenzar cebando la zona con migas de pan amasado con pan rayado a poder ser picante. A esta mezcla le añadiremos algo una pizca de arcilla para que al echarlas en el agua se disuelvan lentamente. Estos peces suelen frecuentar zonas poco movidas y poco profundas.
Olvidaros pescarlos (a estos barbos de pequeño tamaño) con lombrices rojas o camarones de río. El éxito que tendréis será nulo ya que directamente no se atreven a atacar esta presa. Para tener éxito hay que usar miga de pan amasada en pequeñas bolitas o larvas de mosca a las cuales atacan sin titubear.
En este caso usaremos una caña pequeña, con un sedal de 0,06 mm y anzuelo del 24. El cebo como he dicho será una pequeña miga de pan, con las cuales hemos cebado antes o larvas de mosca. Usaremos además un pequeño flotador y situaremos el cebo suspendido a media agua.
Si en el intento de pescar alevines, nos cae un ejemplar grande, deberemos evitar que chapotee ya que ahuyentará a los alevines y lo normal es que consiga partir el sedal del 0,06 que estamos usando. Usar un nylon de mayor grosor provocará la desconfianza de los más pequeños, que escupirán el cebo en cuanto sospechen de algo extraño.
Por último comentar que los alevines de los barbos son muy buscados en arroyos y pequeños afluentes de embalses o lagos, donde suben y se mantienen hasta que la corriente de estos cursos fluviales disminuyen. Esto generalmente tiene lugar en el mes de mayo o incluso antes.
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