Oído de los peces

Primero decir que los peces tienen oídos, pero el oído de los peces  es tan ínfimo que prácticamente no existe. De hecho no dispone de pabellones auriculares como los animales terrestres.

Los peces no tienen oído externo, aunque realmente lo importante no son las «orejas» o pabellones auditivos, sino la parte interior de este órgano alojado dentro de su cabeza, justamente detrás de este pabellón auditivo.

 

¿Los peces oyen?

Los peces no disponen como todos sabemos de «orejas». Del mismo modo, su órgano auditivo interno está también poco desarrollado. Esto choca con el desarrollado y el delicado engranaje interno de los oídos de los mamíferos.

Carpa Koi. - wikipeces.net
Carpa Koi.

Lo cual no significa que los peces no puedan oír, de hecho se han llegado a amaestrar carpas por medio de sonidos. Mediante diferentes tonos conseguidos con una flauta, se ha conseguido que este pez se aproxime o se aleje. Un hecho significativo que demuestra que los peces no solamente tienen oído, sino que saben captar las diferentes tonalidades que les llega.

Aun así, la capacidad auditiva de nuestros amigos los peces es bastante limitada.

 

Entonces ¿no podemos hablar si estamos pescando?

Pescando en silencio - wikipeces.net
Pescando en silencio.

Pero ¿cómo oyen los peces? los peces como hemos dicho sí que oyen, pero su capacidad auditiva no les permite captar una conversación entre dos personas en un tono normal.

Pero si lo que pretendemos es  pescar con un subwoofer o altavoz  de un vehículo a todo volumen, escuchando música e incluso bailando o dando saltos cerca del agua, entonces podemos ir olvidándonos de pescar ningún ejemplar.

Aunque el sonido se trasmite mejor en el agua que en el aire, los peces huirán debido a que los movimientos bruscos, como son los saltos o incluso al andar si somos personas adultas, pueden ocasionar vibraciones en el agua y estas sí que las captan los peces.

Para captar estas vibraciones entrarían en funcionamiento varios órganos entre los que se encuentra uno poco conocido y del que disponen los peces óseos. Este órgano interno de los peces recibe el nombre de órgano de Weber.

 

Qué es el órgano de Weber.

organo de weber de los peces
Estructura del órgano de weber.

Se podría decir que el órgano o aparato de Weber es una estructura interna de los peces (no todos disponen de este órgano) que conecta la vejiga natatoria con la parte interna del pabellón auditivo de los peces.

El papel de este órgano en este caso se fundamenta por el hecho de que se tiene constancia que los sonidos y con ello las vibraciones que se propagan a través del agua hacen vibrar la vejiga natatoria del pez que recordemos está llena de gases.

Como la vejiga natatoria como hemos dicho está en contacto directo con el pabellón auditivo interno de los peces a través del órgano de Weber, es muy fácil que lleguen a captar las vibraciones que podamos ocasionar.

Existen experiencias curiosas con la capacidad auditiva que tienen ciertos peces. Así, está documentado una anécdota ocurrida con lucio joven que al parecer había aprendido a saltar del agua e incluso a dejarse ser cogido por su dueño sin oponer resistencia. El pez llegaba a dejarse coger por otras personas distintas de su dueño, siempre y cuando éste no dejara de hablarle. Se llegó a la conclusión de que el pez conocía la voz de su dueño. Esto se sabía a ciencia cierta por el hecho de que el pez se volvía esquivo e intentaba escabullirse de las manos de otras personas si las que hablaban eran estas.

Con experiencias como esta, se tiene constancia que los peces tienen capacidad auditiva aunque en este caso concretamente, el lucio carece de órgano de Weber al no pertenecer al grupo Ostariophys al que pertenecen aquellos peces que si que lo tienen.


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Diferencias entre el oído de las personas y el de los peces.

En el caso de los peces que carecen del órgano de Weber y en vista del escaso desarrollo del sistema auditivo en los peces, esto puede llevar a considerar que estos peces utilizan para poder oír las vibraciones captadas por los huesos del cráneo.

Pez en equilibrio - wikipeces.net
Pez guardan un perfecto equilibrio.

En el caso de los humanos y el resto de mamíferos, los sonidos son captados por células sensoriales independientes de los huesos que componen el cráneo.

Otra opción sería que aunque los peces capten los sonidos, realmente no conocerían la dirección de procedencia de los mismos si no es por las vibraciones captadas a través de los huesos del cráneo.

Todo lo contrario ocurre con el sentido del equilibrio de los peces, en los cuales este sentido está muy desarrollado.

El sentido del equilibrio es exactamente el mismo para los animales que para los peces y no es más que una sensación entre la relación existente entre la gravedad y el eje del cuerpo.

 

Sentido del equilibrio.

Los peces para mantener el equilibrio disponen en la parte inferior del oído de tres huecos o protuberancias  con forma de vejiga y llenas de líquido que contienen cada una piedrecita plana de carbonato de cal.

Estas vejigas a su vez están dotadas de un nervio muy sensible que puede captar el cambio de posición de estas piedrecitas.

Cuando las piedrecitas tocan el nervio en una posición diferente a la que se encuentran, este dato llega al cerebro del pez el cual sabe instantáneamente la posición en la que se encuentra.

Estas vejigas del equilibrio las poseen los peces óseos para determinar su posición. En los peces cartilaginosos (escualos, rayas y lampreas), estas vejigas también aparecen pero con la diferencia de que están en contacto con el exterior por medio de un tubo fino y que puede observarse en la cabeza como pequeños poros.

El órgano del equilibrio en las personas se encuentra junto al oído interno. Estos dos órganos son separados únicamente por una membrana muy delgada.

En las personas este órgano no consta como en los peces de tres piedrecitas, sino de muchos granitos calcáreos.

En los peces, estas tres piedrecitas también nos pueden decir la edad del pez (el otro método es a través de las escamas de la piel). Así cada año aparece una nueva capa calcárea en cada piedrecita de modo que estas capas nos ayudarán a determinar la edad del pez.

Además de controlar la verticalidad del cuerpo, el órgano del equilibrio determina la dirección del movimiento de los peces.

Este órgano que se encuentra junto al oído interno de los peces y está compuesto por una serie de canales semicirculares que toman tres direcciones diferentes y entre los cuales circula un líquido. En uno de estos canales existen una serie de finos pelos enraizados y sensoriales que registran cualquier movimiento.

El funcionamiento de este sistema es el mismo para los peces que para las personas. Un movimiento continuado de la cabeza que haga girar este líquido en el interior de los tubos, puede darnos la sensación de continuar girando aunque cuando el cuerpo se detenga, puesto que el líquido en el interior de los tubos seguirá girando durante un tiempo.

En este sentido, la diferencia más sustancial entre las personas y los peces en cuanto al órgano del equilibrio se refiere, es el hecho de que los peces tienen la cabeza unida al cuerpo, por lo que no permite el movimiento de la misma, así como el sentido de la vista que en las personas también influye en el control del equilibrio.

 

La línea lateral de los peces.

Además de lo señalado, los peces cuentan con un órgano extraordinario para controlar su posición. Este órgano recibe el nombre de la línea lateral.

Peces nadando en perfecto equilibrio
Peces nadando en perfecto equilibrio.

A través de este órgano, los peces son capaces de captar los cambios de presión del agua que le rodea. La forma en la que actúa la línea lateral, la cual tienen la mayoría de los peces, es muy similar al que utilizan los murciélagos con las ondas sonoras.

Al acercarse el pez a un objeto, éste hace mover el agua a través del cual se mueve, las hondas provocadas por este movimiento una vez que chocan contra algún objeto, vuelven al pez en forma de eco, siendo captadas a través de su línea lateral.

A través de la línea lateral es capaz de captar todo tipo de ondas trasmitidas a través del agua, incluido el sonido como si de un radar se tratara.

 

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